Milagro en El
Salvador
Estaba
predicando en el Usulután, en el Salvador, en un teatro cuando pedí a los
hermanos que intercedieran ellos mismos, por su condiciones, antes de orar,
pedí que levantaran sus manos y que reclamaran lo dicho en Marcos 16:20; así
que cuando un médico oró por mismo, mostró resistencia pues le decía a su
hermana que yo, era un charlatán, ya que como cursillista tradicionalista no
creía en las manifestaciones carismáticas, así que oró a insistencia de su
hermana, pues ella le decía: Inténtalo no pierdes nada, para su sorpresa y
quizás por la fe de su hermana, sintió un calentón en su estómago, para su
sorpresa, sintió la presencia de Dios y la seguridad que estaba sano, incluso
se atrevió a comer cosas picantes tan pronto salió de la gran misión, para la
gloria de Dios. Aquella ulcera que solamente se curaría por medio de una
operación, terminó siendo sanada por la promesa de Dios. Recuerda: Quien pide
recibe, quien busca encuentra y al que llama a la puerta se le abrirá, leer
Mateo 7:7.
Autor: Rey Lugo
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