Martin de
Porres
Mi madre
siempre guardaba una estampilla tocada del cuerpo de San Martin de Porres, ella
tiene mucha fe en su testimonio de vida, a eso le llamamos: Devoción. Por la
década de los 80, me sentía débil y enfermo, fui a varios especialistas,
ninguno daba con un diagnóstico y me sentía cada vez peor. Increíblemente pensé
en San Martin amigo de Jesús y aunque usted no lo crea, inmediatamente sentí
que contestaron mi oración, pues ese mismo día, donde quiera que iba me
encontraba una persona devota a este siervo o una estampilla ubicada en algún
lugar. Cuando fui al Hospital Oncológico, detrás de una de las puertas tenían
una obra de arte, una pintura dedicada a San Martin de Porres, señal de su
intercesión o simplemente casualidad dirán algunos. Para colmo cuando fui a la
oficina del médico que me atendería y le tenían por sobrenombre “San Martin”,
ya que era un negro, alto, grueso y fuerte. Sin lugar a dudas, que bendita sean
las casualidades o las Diosidades, pero ciertamente algo estaba pasando,
durante esos días, la ansiedad de saber si tenía algún tipo de enfermedad
contagiosa o peligrosa nos tenía preocupados a mi madre y a mí. Cabe destacar
que en el mundo de la sincronización espiritual, también podemos destacar que
en esos días, la televisión pasaba una novela extranjera sobre la vida de San
Martin de Porres.
Luego de
muchos estudios de la sangre, ya que este médico, el Dr. Harrison era
hematólogo Oncólogo me pidió que me hiciera varios estudios de medicina nuclear
y laboratorios, para saber que realmente estaba pasando conmigo. Increíblemente
se descubrió que aparentemente era policitemia, exceso de glóbulos rojos en la
sangre. Nota: La policitemia vera es un
trastorno de la médula ósea que ocasiona principalmente demasiada producción de
glóbulos rojos, aunque las cantidades de glóbulos blancos y de plaquetas
también se incrementan. Es una rara enfermedad que se presenta con mayor
frecuencia en hombres que en mujeres y es poco común en pacientes menores de 40
años. Por lo regular está asociada con una mutación en un gen llamado
JAK2V617F, cuya causa se desconoce.
Para la
gloria de Dios, cuando me hicieron las últimas evaluaciones, luego de muchas oraciones,
todo desapareció. Durante mucho tiempo mis mejores amigos también pertenecían a
la capilla San Martin de Porres del Barrio Real Anón del Coto Laurel. Me tocó
innumerables veces predicar en esta capilla que con gusto y gozo cumplí.
Autor Rey
Lugo
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