Efesios 6-10:
Fortaleza en el Señor con energía y
fuerza. Ponte la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo. Pues
nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra, las potestades,
principados de este mundo. Tened el cinturón de la verdad, la coraza de la
justicia, el buen calzado listo para
proclamar el evangelio de la paz, el casco de la salvación, junto al escudo de
la fe con el que podrá desviar toda flecha incendiaria por último tomen la
espada del espíritu, congregaos y estar firmes en la fe.
El
avivamiento es sumamente importante, Pablo comienza con una unción poderosa, a
llevar un mensaje con ánimo, le dice: Con su poder y fuerza. Parece que los
percibe débiles pero en vez de criticarlos los motiva. ¡Ejemplo para nosotros!
Comenta
el apóstol el origen de nuestras luchas, no tienen nada que ver con los
hermanos, físicamente hablando, no es con tu esposa o vecino pues no es carnal
la batalla, sino espiritual afirma el apóstol, compara el ejército romano con
la armadura divina de los creyentes para influenciar en un pueblo como los
efesios que estaban orgullos de su milicia, pero Pablo sabe que es la forma de
llamar la atención. La sabiduría de un buen evangelista es estudiar las
costumbres de ese pueblo para saber cómo dirigirse y llegar a ellos. Tienes una
armadura poderosa ¿Lo sabías? Primero nos muestra un cinturón de la verdad. El
cristiano no puede vivir de mentiras y engañando a los demás, tiene que hacer
la diferencia, por eso dice: Amárrate a la verdad. La segunda arma es: El peto
o coraza de la justicia.
El
ejército romano tenía un “chaleco antiespadas” parecido a lo que hoy usa la
unidad de la policía conocido como chaleco antibalas que cubría el pecho pero
dejaba al descubierto la espalda, esto obligaba a pelear siempre de frente por
miedo a morir por una espada atravesada. En otro sentido, Jesús también exhorta
a luchar sin mirar atrás “El discípulo que mira atrás no merece llamarse discípulo
Mío”. Por otra parte en nuestro
pecho está el corazón del hombre como símbolo de nuestro corazón emocional y
espiritual donde están los deseos y pasiones del hombre, el cual hay que
cuidarse de los malos deseos y tentaciones. El buen calzado se refiere: No ha
comprarte rápido unos zapatos nuevos para predicar, sino que simboliza nuestra
disposición de estar en santidad, pues pie desnudo es sinónimo bíblico de pie
sucio o como mejor se conoce “Pecado” (pie sucio), por esa razón Jesús limpio
los pies a los apóstoles para que tengan el buen calzado, libres en la santidad
de hijos de Dios. Los judíos sabían que si andamos descalzos nos ensuciamos los
pies y más si atropellamos a los demás con nuestras acciones. Un pie dispuesto
con calzado que resguarda se refiere al compromiso de nuestro servicio
dignamente, servir al Señor en Espíritu y en Verdad.
El
escudo de la fe, se refiere a que nuestra fe no pude ser estática, tiene que
moverse como el escudo que se mueve, ¿Recuerdas al Capitán América? Santiago
dice: Una fe sin obras es una fe muerta. La fe tiene que producir en nosotros
acción, el apóstol Pablo pone de ejemplo el desvió de las flechas que satanás
dispara en nuestra dirección como ejemplo de lo que la fe puede y hace. Tenemos
que pedir el don de sanidad, de milagros, de liberación y camino de salvación
para poder restaurar a los que están atados al alcohol, la droga, la
pornografía infantil, el abuso de menores, la violencia doméstica, el
narcotráfico ilegal y el suicidio entre otros males.
Nosotros
necesitamos la fe que mueve montañas, lea Marcos 11:20 y Mateo 17:20, para
poder mostrar el testimonio del Cristo resucitado y ayudar a la humanidad, pues
si creemos que esto es un club social que se reúnen para hablar de Cristo
estamos equivocados, dejemos de jugar a ser Iglesia y seamos Iglesia, la esposa
del amado con todas los atributos y poderes que el esposo nos dio. Entonces
seremos gente de fe que produce obras de milagros.
El
casco de la Salvación se refiere en el texto a una analogía como todas las
demás, en este caso el casco protege la cabeza del guerrero. Pero el casco de
la Salvación protege algo más, la salud mental de los creyentes, que tiene la
responsabilidad de conocer la palabra para que lo guie, no es ponerse la biblia
encima de la cabeza, sino guardar sus promesas en su mente. Ejemplo sería que
en momentos depresivos, recurra al Salmo
40: Dios me sacó de la fosa fatal del
barro fangoso y puso mis pies sobre la roca.
Cuando
le digan que es inferior para robarse su autoestima, pida lo que el génesis
dice: Hiciste al hombre a su imagen y semejanza. Y como si esto fuera poco la
espada del cristiano es la oración, de todas las armas las anteriores eran
defensivas y esta es la ofensiva, la oración se compara con una espada. Es
decir, la oración es poderosa con la cual puedes derribar potestades y
principados, sobre todo si es una oración acompañada de la alabanza, tiene un
poder enorme, el salmista dice: Dios habita en la alabanza, en la alabanza Él
vive.
Finalmente
nos exhorta a congregarse como medio de crecimiento y ganancia espiritual.
Autor: Rey Lugo
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