Ver más allá de la vista terrenal
La siguiente historia nos muestra la falta de capacidad espiritual para ver lo que Jesús quiere hacer con nuestras vidas, a nivel físico o con nuestros ojos carnales no podemos ver nuestras bendiciones o soluciones a problemas cotidianos, el texto bíblico del Segundo libro de los Reyes nos da un ejemplo de lo que es no ver lo que Dios tiene para nosotros, pero si pedimos sanarnos de nuestra ceguera espiritual podremos ver cosas donde los demás no pueden ver.
El compañero de Eliseo se encontró asustado cuando vio la casita rodeada del ejercito enemigo, alarmado no encontraba solución. Eliseo le explicó que eran más los que están con nosotros pero la realidad visual era diferente, es decir, cuando miró por la ventana vio muerte y destrucción. Fue entonces cuando Eliseo dijo a Dios: “Señor haz que vea”. Dios le pidió por medio del profeta que volviera a mirar por aquella ventana: ¡Qué reto mirar de nuevo!, cuando lo que vio en un principio lo llenó de terror, angustia, pánico, inseguridad, todo en un mismo momento y preguntó ¿Y me pides que vuelva mirar?, cuando tuvo la valentía de observar, se acercó a la venta y observó nuevamente, pero esta vez lo que observó fueron ángeles y carros de fuego en señal de protección y ayuda. Y es que a nosotros nos pasa igual, con los ojos terrenales vemos circunstancias difíciles y agobiantes pero al igual que Eliseo debemos pedir la luz y la visión espiritual limpia para ver siempre la bendición de Dios y su cuidado en nuestras vidas.
http://www.amazon.com/Estrategia-del-Le%C3%B3n-Juda-Spanish-ebook/dp/B00ID7RKTG/ref=sr_1_8?ie=UTF8&qid=1463167725&sr=8-8&keywords=Rey+Lugo
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El compañero de Eliseo se encontró asustado cuando vio la casita rodeada del ejercito enemigo, alarmado no encontraba solución. Eliseo le explicó que eran más los que están con nosotros pero la realidad visual era diferente, es decir, cuando miró por la ventana vio muerte y destrucción. Fue entonces cuando Eliseo dijo a Dios: “Señor haz que vea”. Dios le pidió por medio del profeta que volviera a mirar por aquella ventana: ¡Qué reto mirar de nuevo!, cuando lo que vio en un principio lo llenó de terror, angustia, pánico, inseguridad, todo en un mismo momento y preguntó ¿Y me pides que vuelva mirar?, cuando tuvo la valentía de observar, se acercó a la venta y observó nuevamente, pero esta vez lo que observó fueron ángeles y carros de fuego en señal de protección y ayuda. Y es que a nosotros nos pasa igual, con los ojos terrenales vemos circunstancias difíciles y agobiantes pero al igual que Eliseo debemos pedir la luz y la visión espiritual limpia para ver siempre la bendición de Dios y su cuidado en nuestras vidas.
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